
Ya está en casa… Nuestro cojín peluche gato azul y su nueva amiga están juntos por fin.
Os acordáis de mi viaje a Lisboa…???
Una corta pero intensa visita a la ciudad de mis sueños que pude hacer realidad gracias a mi preciosa hija…
Entonces recordaréis también al gato azul que me acompañó esos días y que descubrió, mientras paseábamos por los barrios y las calles más pintorescas de la modernista y bohemia Lisboa, que esa sería la ciudad donde se quedaría a vivir para siempre…
Además, yo le había hablado de Patricia, aquella simpática chica portuguesa que pasó un día por Azul Vintage y se enamoró de una estrella y se la llevó a casa con ella; le conté también que a partir de ese día, Patricia y yo nos hicimos amigas y charlábamos de vez en cuando sobre la posibilidad de que yo pudiera escaparme algún día a visitar Lisboa…
Cuando me llegó esa oportunidad me puse en contacto con ella, estaría bien tomar un café y un pastelico de Belem y hablar y reír, porque ella es como yo, hablar y reir nos define y nos une…

Pero ella no estaría allí en esos días. Había salido por trabajo y sentía mucho no recibirme, y entonces me hizo el mejor de los regalos. Habló con dos amigas suyas para que me recibieran. Margarida y Milu fueron la mejor compañía y las mejores guías para enseñarme y descubrirme la ciudad más bonita del mundo…
Y por eso y por todo lo que le conté de Patricia y por cada rincón genuino de Lisboa,
En estos días de aislamiento y cuarentena en los que los abrazos son tan necesarios y tan gratificantes y sanadores, se darán mimos y compañia…
Yo estoy feliz por haber dejado una parte de mí en Lisboa…
Y volveré allí para charlar y reír con Patricia y con mi gato azul…
Volveré a Lisboa, seguro que volveré…